Reseña del seminario «La identificación: la negación y sus niveles» de Jacques Lacan de 17/02/24

Freud introduce la negación con un ejemplo clínico. El analizante le dice “usted pregunta quien puede ser la persona del sueño. Mi madre no es”.

Freud le rectifica que es su madre”. Ese “no” es la marca de la represión. El pequeño forja su psiquismo según el principio de placer apropiándose de lo bueno y expulsando lo malo, y es de éste que deriva la negación, que jugará a lo largo de su vida.

Lacan hace un recorrido sobre la negación siguiendo el estudio de dos gramáticos, en la lengua francesa, partiendo del “ne” y del “pas” que estructuran la modalidad básica de la negación, pero vertiendo una multitud de variantes. Sin embargo no se trata de hacer un compendio de posibilidades como de poder localizar la discordancia entre lo que el sujeto enuncia y lo que se encuentra en su inconsciente. 

Entonces nos anuncia su programa de cómo lo tratará, que abarcará la privación real del sujeto, la frustración imaginaria en la relación madre hijo y la castración, condición necesaria para el deseo. Y todo ello confrontado al soporte significante de la negación. Más tarde todo esto tomará una forma topológica.

Después realizará un recorrido por la lógica, iniciando con la aristotélica, a la que criticará pues no da cuenta de lo singular del sujeto, por ello proseguirá con la lógica moderna, pero siempre desmarcándose pues le interesa aquella que pueda dar cuenta de lo que está en juego en la práctica analítica. Su lógica la calificará de “elástica” y de ahí que formulará nuevas contribuciones sobre la negación como el “no-todo” (ella no-toda está en la función fálica), el funcionamiento paradójico del sujeto, la matriz “no…sin”, por ejemplo “él no es sin tenerlo” –el falo, en la dinámica serlo/tenerlo.

Autor: Xavier Campamá