“El grifo de Piaget”. El objeto causa del deseo
La 6a sesión de nuestro Seminario de Textos y Casos clínicos del curso 2022-2023 se realizó el 25 de marzo de 2023
- Presentó un caso: Pau Borrat
- Marcelo Coelho hizo la referencia bibliográfica: Seminario X. Págs. 307-312. J. Piaget, El lenguaje y el pensamiento en el niño, cap. 1 p. 39-48 y cap.4 p. 99-132. Editorial Guadalupe.
- Moderó: Mª Victoria Volpe
- Y el docente fue: Sergi Vilardell
Lacan inicia la sesión, diciendo que esta dimensión del objeto a solo puede articularse a través del álgebra, porque es lo que permite dar cuenta de esta hiancia (falta, gap), de la función significante. Pero dice que en esta sesión, abordará el objeto a y la pregunta por la causa a través de ejemplos. Y los ejemplos que tomará serán, por un lado, el síntoma obsesivo y, por otro lado, la referencia a un experimento de Piaget.
¿De qué causa se trata?
Lacan empieza por evocar la causa en su dimensión de “causa del deseo”, lo dice así: “el objeto a no es el objeto del deseo que tratamos de revelar en el análisis, es su causa”. La causa del deseo, entonces, no es el objeto que representamos como deseable.
¿Pero cuál es la especificidad de la causa psicoanalítica?
La especificidad Lacaniana es que en el lugar de la causa hay un agujero. El mérito de Lacan es que se trata de una verdad que no es previa, sino que pone al agujero en el centro. Esta dimensión de la causa es “inaprehensible” desde el exterior, desde antes de constituirse el síntoma analítico por la transferencia. Es la causa en el registro de lo real. “No hay causa que no implique esta hiancia”, nos dice Lacan en la página 307.
Si esa hiancia que hay entre causa y efecto se va colmada, estamos ante lo que se llama el progreso de la ciencia, donde la función de la causa se va desvaneciendo. Esto también lo podemos observar en el obsesivo, que trata de colmar justamente el hueco que hay entre causa y efecto, por ejemplo con pensamientos. Se puede deducir entonces que el síntoma es lo que ocupa el lugar de esa abertura, de esa hiancia entre causa y efecto.
Esto no es filosofía para nosotros. Es un punto eminentemente clínico que marca lo que llamamos una orientación hacia lo real y es fundamentalmente donde se sostiene una ética. Y es que abordar esta dimensión de la causa, nos obliga a pensar la causa también en relación al síntoma. No hay síntoma (ni análisis) sin una pregunta sobre la causa.
En el segundo de los ejemplos, Lacan hace una crítica a Piaget en relación a:
- El llamado lenguaje egocéntrico de los niños.
- Los experimentos para medir el grado de comprensión entre niños.
Lacan critica la idea de desarrollo del lenguaje de Piaget. Y critica también la idea de que la palabra está hecha para comunicar. Y se plantea con qué tiene que ver, entonces, este monólogo infantil que Piaget atribuye al llamado lenguaje egocéntrico. Lo que Lacan dice, es algo muy interesante para entender el objeto a como causa y para entender la cuestión pulsional. Para Lacan este monólogo es una cuestión de soporte que el niño encuentra a través de la propia voz. El niño viste con palabras el vacío de la voz áfona del objeto.
Por otro lado, Lacan critica los experimentos que Piaget lleva a cabo para medir el grado de comprensión en los niños. En estos experimentos, Piaget da una información a un niño y éste, en un segundo momento, tiene que repetir esa información a un segundo niño. La pérdida de información que se produce, demostraría la hipótesis de que los niños no se comprenden.
Lacan, sostiene en su crítica a Piaget, que hay algo que se puede transmitir más allá de la comprensión, a saber, el deseo. En la medida en que la dimensión de la causa se juega en la transmisión, se puede transmitir algo del deseo. Aquí podemos encontrar la clave fundamental de la transmisión en psicoanálisis.
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